Lo confirmó el jefe de la Comisaría de San Ignacio, Sergio Viveros. El pequeño fue encontrado por tres jóvenes en la vereda de una vivienda. Estaba envuelto en una mantita y junto a él había una nota de quien sería su madre. Pedía perdón y explicaba que no tenía los medios para cuidarlo. Manifestaba que el bebé se llama Ezequiel. Ahora se encuentra en el hospital de la localidad, pesa dos kilos y mide 41 centímetros. Al ser encontrado hacía unas ocho horas que había nacido.
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