A las tres y media de la tarde de ayer en la soleada Nueva York Cristina Kirchner comenzó su discurso ante la Asamblea General de las Naciones condenando el reciente asesinato del embajador de los Estados Unidos en Libia, Cris Stevens. A mitad de camino retomó el caso que encendió la nueva ola de ataques islamistas contra blancos de Occidente pero para hacer el gran anuncio de la jornada, que en los últimos días se reservó para ella sola: como se esperaba, por los mismos movimientos del Gobierno, dijo que había instruido a su canciller para que aceptara la invitación de su par iraní a mantener un encuentro en el marco de esta 67 sesión de la Asamblea de la ONU.
| Ver Mas Info en Ampliar Info
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejanos tu comentario