Una suma de posturas positivas y racionales permitieron evitar una decisión grave del matrimonio Morínigo, quienes resistiendo a una orden de desalojo en su vivienda de Pasaje Tavares 664, rociaron con nafta todas las instalaciones y amenazaban con prenderse fuego. "Algunos legisladores, con la mediación del juez Di Tella, con el aporte de funcionarios provinciales, pudimos intervenir a tiempo, y el juez Segovia (a cargo de la causa), entendió la situación, y se puso una cuota de cordura", expresó el diputado Tamandaré Ramírez Forte. La familia, tras horas de tensión, accedió a dejar de lado cualquier decisión drástica, y ahora el proceso continuará los pasos correspondientes.
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